viernes, 28 de diciembre de 2012

Joselito el Gallo (IX) Joselito torea en la Maestranza de Sevilla

Por Jose Morente

 

CARTEL CONFERENCIA MAESTRANZA (G)

Una foto espectacular. Joselito, sólo en los medios, ve caer a sus pies a un toro en la Maestranza de Sevilla.

Nota de LRI:

El día 21, en la Maestranza de Sevilla y dentro del Curso de Temas Sevillanos dirigido por Antonio Bustos, hablamos sobre “Joselito el Gallo en la Real Maestranza de Sevilla”. Todo ello, gracias al interés y gestiones de mi “apoderado” Manolo Jaimez, a quien nunca podré agradecer lo suficiente el cariño con el que él y su mujer Mari Carmen me acogen cuando me acerco por Sevilla, una ciudad donde cada  vez me encuentro más a gusto, por ellos y por sentirme arropado por ese grupo de magníficos aficionados que son Abel Frías, José Manuel Pérez, Claudio de Diego, Gerardo Ortega, Ignacio Sánchez Mejías, Finito de Triana y su hijo Marcos, José Luis Benavente y mi “socio” Antonio Pineda. A todos ellos y al público que, con tanto respeto y veneración, siguió (con el silencio propio de esa plaza) las actuaciones filmadas de Joselito el Gallo en la Maestranza, mi agradecimiento y afecto.

Lo que sigue es un resumen (sólo una pequeña parte) de la charla que dimos ese día sobre “el mejor de los toreros” en “la plaza más torera”, charla con la que cerrábamos nuestra peculiar mini-temporada de conferenciante durante 2012 (Tres conferencias, tres: Gelves, Madrid y Sevilla, respectivamente. ¡Ahí es nada!).

1912-09-11 (p. Mundo Grafico) Retrato cuerpo entero Joselito de torero

Joselito, novillero en 1912 poco antes de tomar la alternativa (fotografía de Mundo Gráfico)

La necesidad de recuperar la figura de Joselito el Gallo.

Hablar de Joselito el Gallo, de su figura como torero y hacerlo sobre sus tardes sevillanas me parece oportuno y necesario, no ya por que nos encontramos en el año del Centenario de su alternativa sino sobre todo porque es de justicia recuperar su recuerdo y son sus actuaciones en la Maestranza (y también en la Monumental) las que más claves proporcionan para ello.

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Con Manolo Jaimez, mi apoderado; Antonio Bustos, director del Curso de Temas Sevillanos y José Luis Benavente, alcalde de Gelves, al final del acto (Fotografía de Javier García Baquero publicada en su blog ambitotoros)

Acabo de escribir que es de justicia recuperar el recuerdo de Joselito el Gallo y voy a explicar las razones por las que lo pienso.

La primera es que, porque pese a tratarse de un torero mítico, reconocido por todos los aficionados, su imagen actual aparece borrosa y desdibujada por el paso del tiempo. Joselito es un torero muy poco y muy mal conocido. De Joselito (al contrario que de Juan Belmonte que le sobrevivió algo más de 40 años) se conocen muy pocas cosas.

Se nos ha dicho y repetido hasta la saciedad que Joselito fue el mejor torero del toreo antiguo (el que cerraba de forma magistral el siglo XIX). Y eso, que es cierto, encierra en el fondo una cierta crítica negativa pues se omite (interesadamente) que Joselito juega un crucial papel en la construcción del toreo moderno, con lo que se desvirtúa la realidad.

1920-04-28 Sevilla Joselito galleando a Pepelero de Gamero Cívi 001

Una foto emblemática de una tarde emblemática por muchos motivos. Joselito, a fuer de innovador, atesoraba todo el repertorio del toreo decimonónico. Aquí le vemos en su última tarde en la Maestranza de Sevilla (el 28 de abril de 1920), galleando a Papelero de Gamero Cívico. Ese día toreaba mano a mano con Juan Belmonte, su competidor y amigo.

Será Joselito (tanto o más que Belmonte), como ya hemos repetido hasta la saciedad, quien siente las bases del toreo actual. Y ello, hasta tal punto que no se puede entender el moderno toreo en redondo sin conocer cómo toreaba Joselito y cuál era su concepto del toreo.

Y es esta la segunda razón que justifica, en mi opinión, la necesidad y la obligación de recuperar su figura pues mientras no lo hagamos, mientras no definamos correctamente su papel en la historia de la tauromaquia no sólo el toreo estará en permanente deuda con él sino, lo que es más grave, no acabaremos de entender o entenderemos mal el toreo de nuestros días.

fototeca31_hi Juan Belmonte 1924 (Angel Gelan)

Intentar explicar o juzgar el toreo moderno sólo a partir del modo de torear de Juan Belmonte (al que vemos –también en la Maestranza- en un peculiar cite en fotografía de Ángel Gelán), obviando el papel de Joselito el Gallo, es un error de bulto. Este error, muy común en nuestros días (y del que son responsables los críticos y revisteros belmontistas, es probablemente la causa del divorcio actual entre cierto sector de la afición y los toreros de ahora. Y, en consecuencia, del descrédito de ese toreo de nuestros días entre los aficionados más radicales. En cualquier caso, un mal asunto.

Para entender cómo y porqué se torea hoy como se torea, es necesario (como vamos a hacer nosotros) entrar al túnel del tiempo y aproximarnos y recuperar la torera figura del menor de los hijos del señor Fernando el Gallo.

 

La importancia de Sevilla en la trayectoria taurina de Joselito

Para hablar de Joselito, de su toreo y de sus propuestas de futuro lo más cómodo es hablar de sus  actuaciones en las dos plazas sevillanas. Es Sevilla, mejor que cualquier otra ciudad, la que mejor nos permite entender su trayectoria.

Joselito va a Madrid –como van todos los toreros a Madrid- a triunfar, a consagrarse como mandón de la fiesta y a dirimir jerarquías (Lo hizo primero con Bombita; luego con Juan Belmonte y, más tarde, con cualquier torero nuevo que osara asomar la cabeza). Pero poco más.

1897-07-01 SySp. Madrid aficionados del tendido 2 (2)

Aficionados del Tendido 2 de la plaza Vieja de Madrid. Plaza donde todos los toreros van a examinarse y donde, sólo algunos elegidos, se consagran (Fotografía del músico Federico Chueca para Sol y Sombra)

Será Sevilla, por el contrario, su verdadero laboratorio de pruebas, el lugar donde Joselito plantee y ensaye de verdad y en toda su amplitud sus novedosas propuestas.

Y ello, quizás, porque la afición de Sevilla, pese a su aparente tradicionalismo (y en eso se asemeja muy mucho a Joselito), es la más capaz de aceptar propuestas innovadoras. Quizás porque como decía Felipe Sassone, la plaza de Sevilla es “la plaza más torera” de todas. 

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Pese a su aparente tradicionalismo, la afición sevillana siempre ha estado abierta a las propuestas de futuro. Un buen ejemplo de ello, fue el indulto en esa plaza del toro Arrojado de Núñez del Cuvillo (del que vemos una fotografía en el campo tomada por el propio diestro que lo toreó, José María Manzanares). Sevilla premiaba, en ese toro, un nuevo concepto de la bravura.

Por todo eso, las propuestas de futuro de Joselito el Gallo se pueden seguir muy bien al hilo de sus actuaciones en las dos plazas de Sevilla y, desaparecida la Monumental, es la plaza de la Maestranza la que hoy día guarda celosa la huella y la memoria de este torero y, por tanto, la huella y la memoria de esa parte tan importante (estoy por decir la que más) de la historia del toreo.

La Maestranza de Sevilla, atesora las huellas y el legado del  toreo de Joselito y no sólo el suyo sino también el de otros muchos toreros. En la foto de Antonio Serrano, vemos una de las salas del Museo Taurino de la Maestranza con sendos cuadros de Joselito (obra de Genaro Palau que ha sido utilizada en el cartel de la Feria de San Miguel de este año) y Belmonte (de Roberto Domingo también muy frecuente en la cartelería taurina).

Vamos a ver un episodio de esa relación: Una faena de Joselito en esa plaza cuando ya era matador de toros.

33383575 1914 Sevilla Programa de mano

Portada de un programa de mano de una corrida de Sevilla del año 1914

Una faena de Joselito en la Maestranza de Sevilla

Vamos a la plaza… Estamos en plena feria de abril del año 1914, Concretamente, el día 22. El día antes, Belmonte que no había toreado en toda la feria pues lo había cogido un toro en Murcia, se presentó a la corrida de Miura y armó un verdadero lío a base de exponer una enormidad a sus dos toros, Lentejo y Rabicano.

De esa tarde, es la famosa anécdota (en realidad, mera leyenda urbana) del supuesto llanto de Don Eduardo Miura cuando el mayoral le dijo que Juan había cogido por la mazorca el pitón a uno de sus toros pues se suponía que era el primer torero en realizar esa hazaña. Algo que nosotros sabemos que no era verdad, pues como ya contamos en este blog, Joselito lo había hecho en Zaragoza a finales de la anterior temporada.

Pero si el día de los miuras triunfó Juan, hoy le toca el turno a José quien va a estar sensacional con los toros de Gregorio Campos. Sobre todo la faena de muleta al tercero fue memorable.

Vamos a la plaza que, aunque están cayendo algunas gotas (lloviznará toda la tarde), va a empezar la corrida…

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La Maestranza por aquellos años en día de corrida

Suenan los clarines y se inicia la corrida. Con la plaza abarrotada (¿Cómo si no?, dirá Don Criterio) pues torean José y Juan, a quienes acompañan y escoltan el genial Rafael el Gallo que encabeza la terna y el elegante Rodolfo Gaona.

1914-04-22 Sevilla Paseillo Belmonte y Joselito

Con la plaza abarrotada hacen el paseíllo ese 22 de abril del 14, Joselito y Belmonte, flanqueados por Rafael el Gallo y Gaona que quedan fuera de cuadro de la imagen obtenida de la película de Gan 

Un paseíllo de mucho tronío y lujo en el que se intuye muy motivado a un Joselito deseoso de quitarse la espina del día anterior Cosa que conseguirá.

Un consejo previo. Se aconseja quitar el sonido (en este video y en los siguientes) pues hemos ralentizado la reproducción para que los movimientos se aproximen lo más posible a su velocidad real.

 

Joselito alterna en quites con Gaona

Vamos a ver a continuación unas imágenes del segundo toro, de nombre Rubito (que no era de Concha y Sierra, como se afirma en el video de Achúcarro, sino de Gregorio Campos como todos los de esa tarde) y que corresponde a Gaona quien le recibe de capa muy parado y ceñido, sobre todo por un lado y que compite en quites con Gallito como era costumbre en las corridas de 8 toros donde los matadores iban alternando por parejas.

En quites, y aparte del buen manejo del capote de ambos diestros, llama la atención lo atento que está Joselito en todo momento. Hasta tal punto que, incluso en aquellas varas en las que corresponde quitar a Gaona, es José el que está siempre más cerca del caballo del picador,  presto a intervenir si fuera preciso.

1914-04-22 Sevilla Joselito al quite

Joselito (en un gesto muy suyo con el cuerpo levemente inclinado hacia adelante) presto al quite en el toro de Gaona (imagen de la película de Achúcarro)

El único quite que se puede ver de Joselito es verdaderamente sensacional. José está muy decidido con el capote y torea muy ceñido, muy metido en el toro, al que con sólo dos lances y un magnífico recorte (que relucen como no lo hizo el sol en toda esa lluviosa tarde abrileña) deja perfectamente colocado en suerte para una nueva vara.

Una espléndida lección de como hay que torear en función del toro, en función de las condiciones del toro. Pues José, al contrario que Juan, toreando no sólo con gallardía y preocupación por el lucimiento (forma) sino atento al resultado (fondo). Eso es el toreo.

 

 

La faena a Palillito

Transcurre la tarde y, a Joselito le toca en siguiente lugar un buen toro pues Palillito, que así se llama el burel, sale muy bravo (el más bravo y también el más fino y mejor presentado de toda la corrida) tomando cinco varas por dos caídas y un caballo muerto. Joselito –sensacional también los quites con Gaona en este toro- va a derrochar valor y sabiduría en una faena de muleta que toda la prensa calificará de superior y que tenemos la fortuna de poder presenciar.

Pero aquí, y antes de ver las imágenes, se impone un inciso pues debemos parar un momento y ponernos en situación, si de verdad queremos entender cabalmente lo que está pasando en el ruedo y (gracias al cinematógrafo) ante nuestros ojos.

Y es que hoy el toreo ha cambiado mucho desde la época de Joselito y Belmonte y, aunque toda la lidia ha sufrido un vuelco brutal, es en el toreo de muleta donde (aparte la suerte de varas), más ostensibles se hacen estos cambios. Ver esas faenas de muleta  con ojos de ahora, nos llevaría a no entender nada.

Vamos a ponernos en situación y, para ello, varios son los aspectos que me interesa destacar. De entrada, recuperaremos un testimonio de una época bastante anterior a la de la llegada de Joselito al toreo. Se trata de una foto antigua (de Laurent) donde se ve a Frascuelo pasando de muleta a un toro en la plaza vieja de Madrid.

 1880 Madrid (f. Laurent) Frascuelo pasando de muleta

Frascuelo pasando de muleta en la plaza vieja de Madrid (Instantánea de Laurent)

No voy a entrar en el trazo del muletazo, pues el diestro más parece huir que torear y ello pese a que el toro da la impresión que coloca bien la cara. Si me interesa llamar la atención sobre el número de toreros que acompañan al matador (5 peones en el ruedo más otro-el sexto- a horcajadas de la barrera y preparado para pisar la arena) y su proximidad al diestro. Da la impresión, incluso, que el más cercano a éste podría intervenir, de un momento a otro, en el desarrollo de la faena llamando al toro a punta de capote.

 

Frascuelo pasando de muleta

El toreo de muleta estaba en la época de Lagartijo y Frascuelo, evidentemente, en pañales. Para colmo, la proximidad de los peones al diestro durante la faena era, en la época, excesiva. El peón de la izquierda parece presto a intervenir (más bien a molestar) llamando la atención al toro. El de la derecha, observa tranquilamente esperando su turno.  

Por el contrario, en la película que insertamos a continuación, vamos a ver a Joselito sólo en el ruedo pues aunque los peones todavía acompañan al torero, se sitúan ya mucho más alejados del maestro (Sobre todo, en los primeros compases de la faena) hasta tal punto, que empezará a ser posible obtener fotografías, como la del cartel anunciador de la charla de Sevilla y que encabeza esta entrada, donde  torero y toro parecen (y aparecen) solos en el ruedo.

1915-05-09 (p. 12 Mundo Grafico) Un clamoroso triunfo de Joselito 01

De Frascuelo a Joselito han cambiado mucho las cosas. Los peones, aunque pisan el ruedo, están agrupados y alejados del toro y eso, incluso después de la estocada. Un nuevo orden ha llegado a la fiesta de la mano del diestro de Gelves (En la fotografía, un Joselito muy tranquilo espera -en Madrid- la muerte de un toro de al que cortó la oreja el 9 de junio del año 1915). 

Pero además, y eso es lo más importante, la actitud del torero es ya otra. Joselito transmite una sensación de seguridad en la plaza, de tranquilidad delante del toro, de confianza en su saber hacer, que no tiene nada que ver con la sensación de incertidumbre que, en cada muletazo, daban los toreros de épocas anteriores. Quizás por eso se decía que su toreo no emocionaba…

1914-04-22 Sevilla Joselito por alto 02

Joselito toreando a Palillito. El diestro de Gelves está muy vertical y parando mucho en este toro. Transmite seguridad.

El toreo de José se presenta ya vertical y luminoso. Eso, en la parte media de la faena. Porque en los primeros compases, Joselito (más encorvado) está inventando (o reinventando, que tanto monta) el toreo en redondo, ligando tres naturales seguidos sin solución de continuidad. Algo que el diestro de Gelves solía hacer casi todas las tardes: Torear al natural en redondo.

1914-04-22 Sevilla Joselito natural

El natural en estado puro. Joselito, sólo en el tercio, sin peones que le molesten esta toreando al natural al tercero de la tarde. Todavía el diestro está algo encorvado y se ayuda con el estoque (tranquillos que corregirá más tarde) pero en estas añejas imágenes se encuentra el germen del toreo en redondo, el toreo de nuestro días. Joselito, en su laboratorio de pruebas de la Maestranza, está inventando el toreo moderno. 

Ahí y en las corridas como único espada (prueba máxima de amplitud de repertorio y recursos) marcaba la diferencia con Juan Belmonte.

Como lo anterior es nuestra percepción actual, vamos a traer aquí también el testimonio de sus contemporáneos, para comparar lo que hace el diestro en las imágenes filmadas y lo que los críticos de la época veían y decían.

1912-04-22 (p. 23 ABC) Crónica tercero

Reseña de ABC de la lidia del tercer toro, al que llama Palilloso.

Y el caso es que, como no podía ser de otra forma, las crónicas consultadas son unánimemente elogiosas pues Joselito estuvo sensacional y muy valiente con ese  toro de Don Gregorio Campos hasta tal punto que puso de acuerdo a tirios y troyanos. La lidia de este toro transcurrió entre incesantes ovaciones y como colofón se le pidió con fuerza la oreja (como podemos ver en la cinta). Oreja que entonces, por costumbre que él rompería al año siguiente, no se daba. En todo caso, gran faena pues está saliendo el otro toro y aún está Joselito agradeciendo aplausos.

 

1914-04-22 Sevilla Joselito saludos 02

Joselito agradece las ovaciones del público mientras ya está abierta la puerta del toril dando salida al cuarto de la tarde, cuya silueta se adivina en la penumbra de los chiqueros.

Lo curioso es que a los revisteros de la época no les llama la atención (como a nosotros) el toreo en redondo por naturales (aunque los califican de superiores) sino lo parado y erguido que torea y lo valiente que está, especialmente en la media estocada o estocada corta que recibiendo (más bien aguantando) y después de un pinchazo en la misma suerte, propinó al toro.

1914-04-22 Sevilla Joselito desplante

Joselito no solo toreó muy bien al natural a Palillito sino que derrochó valentía y se adorno con mucho gracejo.

Una estocada de la que, por exponer mucho, salió entrampillado y encorajinado pues el toro le había roto chaleco y chaquetilla. En el trance, el pitón del astado le desabolló la medalla de la Macarena que llevaba la cuello. Dicho en cristiano, el pitonazo de Palillito le quitó la abolladura que tenía de otro trompicón en San Sebastián. Doble pitonazo en el pecho pero con doble suerte.

1914-04-22 Sevilla Joselito estocada cite

1914-04-22 Sevilla Joselito estocada trompicon 02

 

 

 

 

 

 

 

 

1914-04-22 Sevilla Joselito estocada desplante

La estocada a Palillito. El cite en la suerte de recibir. El torero es entrampillado y su encorajinamiento posterior.

Belmonte sacó también la camisa rota con dos orificios limpios (uno de entrada y el otro de salida) del pitón de uno de sus toros y chafada la seda por los restregones de la pala del cuerno. No hubo cornada (casi nunca la había con este torero) pero si grandes moratones.

Y es que no hay que olvidar que eran las primeras corridas de la competencia entre ambos y ninguno de los dos estaba dispuesto a dejarse ganar la partida por el otro.

Pero basta de preámbulos y vamos al toro… ¡Silencio! ¡Joselito torea en la Maestranza!

 

 

Conclusiones

La tarde del 22 de abril de 1914, fue una buena tarde para Joselito quien se sacó en parte la espina del triunfo de Belmonte el día anterior con los Miuras.

El público se entusiasmó con su faena al tercero (Palillito de Gregorio Campos) y la crítica destacó su variedad y acierto en quites, su buen hacer en banderillas, la faena de muleta y, sobre todo, la emoción y valentía de la estocada recibiendo, de la que salió trompicado.

Para nosotros, lo más interesante, visto con la perspectiva que da el tiempo, fueron los tres naturales ligados del principio de su faena pues ahí está el germen de lo que vendría después.

¿Lo supo ver alguien en la plaza?

1914-04-22 Sevilla Joselito saludos 01

La vuelta al ruedo de Joselito después de la faena a Palillito. La tarde del 22 de abril del año 1914 puso a todo el público de acuerdo en la Maestranza. José estuvo muy valiente y muy torero con ese toro.

lunes, 24 de diciembre de 2012

Villancicos flamencos (XIII) Con el alma y con la vida

Por Jose Morente

Pepe Pinto

Pepe Pinto. Gran cantaor y, sobre todo, un aficionado cabal.

El sentido villancico de un magnífico aficionado al cante

Si algo distingue a Pepe Pinto en el cante, era su cualidad de gran aficionado. Pepe era un enamorado de los cantes de la Casa de los Pavón: Pastora, Tomás y Arturo. Y de modo muy especial de los cantes de su cuñado Tomás.

Que en el cante lo importante no son las facultades sino el gusto y el sentimiento que se pone al cantar, ya lo sabemos. Pepe Pinto con muy poquitas facultades (no sé el año pero debe ser al final de su carrera) lo demuestra en este sentido Villancico navideño donde vuelca todo el conocimiento adquirido con los pavones y le pone también todo el sentimiento (“con el alma y con la vida”) que el cante demanda.

Le acompaña la sonanta de Manolo Sanlúcar quien toca con el mismo gusto, cuando menos, con el que canta esta exquisitatonada navideña” el marido de Pastora y cuñado de Tomás y de Arturo.

 

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Portada de un LP de Hispavox de 1984 que recopilaba cantes de villancicos. Desde Amina hasta Antonio Mairena pasando por  Pepe Pinto. De éste cantaor en concreto se incluía la tonada navideña (“Aleluyas de Belén) que hemos traído hoy a nuestro blog. 

Aleluyas de Belén (Tonada navideña). Pepe Pinto con la guitarra de Manolo Sanlúcar. Hispavox 1974 (red.)

Pastorcillo, pastorcillo
del llano y la serranía
vamos pronto al pesebre
porque una estrella nos guía, nos guía
porque una estrella nos guía

Vamos pronto, vamos pronto
Con el alma y con la vía
Que ha nacío el niño de Dios
Viva la Virgen María, María
Viva la Virgen María

Que un pájaro está piando
junto a la cuna vacía
mientras el niño está jugando
vela la Virgen María

Tres reyes vienen de Oriente
con trajes de terciopelo
pa´ traerle los presentes
al Rey Niño de los Cielos

Y mientras el niño durmiendo
canta la Virgen María
ya el niño se está durmiendo
con sus manitas tendías

Las estrellitas del cielo
jugando están con la luna
y le cantan los luceros
que está durmiendo en la cuna

 

¡FELICES FIESTAS A TODOS!

domingo, 23 de diciembre de 2012

Villancicos flamencos (XII) Dicen que vas a casar

Por Jose Morente

Fernando de la Morena

Fernando de la Morena. El cantaor necesario

Hay un tipo de cantaor que no es la figura cumbre de una época (como pudieron serlo en su día Pastora, Chacón o el Torre), que tampoco es un espíritu libre, experimentalista con más o menos aciertos o desaciertos (Tal cual un Pepe Marchena o un Enrique Morente) y ni mucho menos se entrega a los caminos más comerciales del espectáculo (aquí no doy nombres).

Este tipo de cantaor, al estilo del Zambo o Luís el de la Pica, no tiene que ser el mejor de su momento ni tampoco necesariamente profesional pero suele reunir sin embargo flamenquería, jondura, saber hacer, personalidad y, sobre todo, herencia por tradición familiar.

Fernando de la Morena, jerezano del Barrio de Santiago, no es un cantaor mediático, pero es de lo que le van dando sentido al flamenco y mantienen –a su modo- la esencia de lo que es el cante.

Hace aquí un delicioso (y más que pícaro) villancico flamenco por bulerías y a su personal estilo. Pero un villancico no navideño sino de aquellos que –como decíamos hace unos días- se integran en la tradición profana y popular de este cante, anterior a su “apropiación” religiosa. Un Villancico que seguro provocará más de una sonrisa.

 

caratula

 

Dicen que vas a casar (popular)

Fernando de la Morena-Guit.: Parrilla de Jerez

Así canta nuestra tierra en Navidad-Vol. XV (1997) Caja de Ahorros de San Fernando 

 

Dicen que casa (sic) casar

Yo también me casaría

Si la vida del casao

Fuera como el primer día

 

Muchacha que vendes

Azuquita y miel

¿En qué calle vives?

En la del cuartel

En la del cuartel

En al del cuartel

Muchacha que vende

Azuquita y miel

 

Olé, olé, volantes en el mandil

Lacitos en la enaguas

Que bien, que bien  lo sabes lucir

 

Cásate en domingo, Juan

Y el lunes ya estas casao

El martes preguntarás

Donde dan el pan fiao

 

Ya no va mi niña

Ya no va a la fuente

Ya no tiene novio

Ya no se divierte

Ya no se divierte

Ya no se divierte

Ya no va mi niña

Por agua a la fuente

 

Olé, olé, volantes en el mandil

Lacitos en la enaguas

Que bien, que bien  lo sabes lucir

 

Y en cuestión de matrimonios

No te rompas la cabeza

Que el  que se empeña se casa

Y el que se casa se empeña

 

A la buena moza

La ha cogío el toro

Le ha metío el cuerno

Por el as de oros

La ha vuelto a coger

La ha vuelto a coger

Le ha metío el cuerno

Por allí otra vez

 

Olé, olé, volantes en el mandil

Lacitos en la enaguas

Que bien, que bien  lo sabes lucir

 

Ay, la primer noche de novios

Yo creí que me moría

Al ver aquel perro de aguas

Los bigotes que tenía

 

Muchacha que vendes

Azucar y arroz

¿En qué calle vives?

En la del reloj

En la del reloj

En la del reloj

Muchacha que vende

Azucar y arroz

 

Olé, olé, no le rompas el mandil

Mira que no tiene otro

La pobre, la pobrecita infeliz (bis)

 

A la buena moza

La ha cogío el toro

Le ha metío el cuerno

Por el as de oros

La ha vuelto a coger

La ha vuelto a coger

Le ha metío el cuerno

Por allí otra vez (bis)

sábado, 22 de diciembre de 2012

Villancicos flamencos (XI) La niña de los faroles

Por Jose Morente

La niña de los faroles

Manolo Caracol y Lola Flores. Una inolvidable pareja artística

Una pareja de tronío

Manolo Caracol y Lola Flores, fue la pareja artística de más repercusión en la post-guerra. Ambos eran de muy diferente corte. Ella, jerezana, prototipo de artista temperamental, muy comunicativa. Él, sevillano con raíces gaditanas, uno de los grandes cantaores de la historia con una voz fuera de la común. El contraste entre ambos acentuaba las virtudes de cada uno y anulaba sus posibles defectos.

Precisamente, a ese contraste es al que le sacan jugo en el magnífico Villancico que incluimos, realzado por el gracioso contrapunto del coro que les acompaña.

Antología de la Canción Española - Frontal

El villancico “La niña de los faroles” ha conocido numerosas versiones. Una de ellas fue su inclusión en uno de los volúmenes de la “Antología de la Canción Española” de EMI-Odeón (1990), concretamente del Vol. 7, dedicado a Manolo Caracol 

 

La niña de los faroles (Soleares, bulerías y tanguillos). Manolo Caracol, Lola Flores y Coro con la guitarra de Paco Aguilera. La Voz de su Amo. 1946.

Debajo del alero
de mi tejao
hay un pájaro pinto
que me ha cantao (Coro)

A Belén, a Belén, amor mío
A Belén que ya el niño ha nacío
A Belén, a Belén es mi alegría
Gitanitos con la bulería

Al rorro ya vienen
los corderitos
darle calor a mi Gloria
que está encuerito (L.F.)
Que está encuerito
porque está encuerito (M.C.)
no he visto rey que nazca(L.F)
tan probecito (M.C.)

Y una pandereta suena
una pandereta suena
a la vera del portal
[que estamos en Nochebuena
y mañana es navidad] (Coro)

Póngase usted mantilla
Seña Santa Ana
que ya suena el repique
de las campanas (L.F.)
De las campanas
de las campanas
Dios mío, porque no doblan
las campanas (M.C.)
Que ha nacío
un lucero (L.F.)
de la mañana (M.C.)

Y una pandereta suena
una pandereta suena
a la vera del portal
que estamos en Nochebuena
y mañana es Navidad (Coro)

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Villancicos flamencos (X) Más hermoso es mi Dios

Por Jose Morente

Manuel Vllejo con la llave de oro del cante

Manuel Vallejo, enseñando su llave de oro del cante flamenco, la segunda que se concedía después de la del Nitri y antes de la de Mairena. 

Vallejo. Un republicano católico

Manuel Vallejo, una de las pocas Llaves de Oro del Cante, cantaor relegado al olvido por cuestiones de raza, política y elitismo cultural. Hoy muy poca gente le conoce y valora

En relación con el sonido de la voz de Vallejo (muy aguda, casi femenina), existe una divertida anécdota. Amigos y compañeros del cantaor le aconsejaron que bebiera mucho aguardiente, para convertir su voz en grave o aguardentosa. Manuel les hizo caso, pero transcurrían los meses y el sonido seguía siendo agudo, sin cambios, no así el color de su piel, que tanto se iba amarilleando que le diagnosticaron principios de cirrosis hepática.

En otra ocasión, Manolo Caracol espetó a Vallejo que el cante flamenco no estaba hecho para sordos, en clara alusión a su potente voz. Seguro de su arte, el de la calle Padilla le respondió tajante al excepcional cantaor tataranieto del Planeta: “Ni para mudos”.

Republicano, una vez rompió un contrato por poder cantar a su Virgen Macarena en la Semana Santa de Sevilla.

Codificador de la bulería, con la Niña de los Peines, canta aquí por bulerías un Villancico navideño (una delicia de cante).

 

obra vallejo

El año pasado se editó la obra completa de Manuel Vallejo. Imprescindible


Más Hermoso es mi Dios (Bulerías). Manuel Vallejo con Antonio Moreno a la guitarra. Gramófono 1932

Hermoso es el sol
más hermoso es el niño
que en el portal de Belén
y en un pesebre ha nacío
y mientras un buey lo bajea
Jesús se quea dormío

Tanta dicha y alegría
los pastores sentirán
al ver que ese hermoso niño
al mundo redimirá

Pastores al belén
Decid con placer
La gente del pueblo
lo alaba también

Y un buey y una mula también
Estaban los dos dándole el calor
Ay, para adorar al niño, al niño de Dios

Flores del jardín
el mayor pesebre
la puerta del portal, del portal
y abriéndola está un ángel
y allí nos espera Manuel
llevemos pues turrones y dulces
para adorar al niño Manuel

Las dalias y las camelias
no se pueden comparar
con el niño Manuel
que ha nacido en el portal

Un buey y una mula también
estaban los dos dándole el calor
para dormir al niño de Dios.

sábado, 15 de diciembre de 2012

Villancicos flamencos (IX) Ya se van los quintos, mare

Por Jose Morente

 

La Paquera De Jerez Paquera_Jerez_actuacion_1962

La Paquera de Jerez. Sobran las palabras

 

El villancico flamenco no navideño

El Villancico era el canto de los villanos, los habitantes de las villas. Sus letras, unas veces religiosas pero otras profanas, han llegado a nuestros días a través de la tradición oral y de la escrita pues forman parte de la música popular y también de la música culta de nuestro país.

El villancico flamenco es la adaptación, al cante flamenco, por bulerías (pero no sólo por bulerías) de los villancicos de temática navideña. Adaptación genial de unos cuantos cantaores de tronío como Manuel Vallejo, El Gloria, su hermana La Pompi, Manuel Torre, la Niña de los Peines, entre otros, de lo que se cantaba en las tradicionales zambombas de finales del XIX en los días de Nochebuena y Navidad.

zambomba

Tradicional zambomba flamenca jerezana

Por lo que hace a los villancicos de temática profana su incorporación al flamenco creo que es más reciente y que debemos agradecer en gran parte a la iniciativa de la colección “Así canta nuestra tierra en Navidad” dirigida por Juan Pedro Aladro Durán. Pues en esa colección se han entretenido en rescatar junto a los tradicionales Villancicos navideños otros también flamencos o aflamencados pero de corte más profano, algunos de los cuales me parece oportuno traer a este blog.

 

Ya se van los quintos, mare

miembros-quinta-del-biberon[1]

Miembros de la “Quinta del biberón” de la Guerra Civil española.

Desaparecido el servicio militar obligatorio, desaparecía (o casi) también la fiesta de los quintos, jornada o jornadas de expansión tolerada a los mozos antes de que estos marchasen para el destino que les hubiese tocado en sorteo, que podía ser –incluso- la guerra de Cuba o de África.

Libaciones abundantes, comilonas con los amigotes y también con las familias jalonaban el tránsito por el que los reclutas se emancipaban de sus familias para adquirir una curiosa carta de ciudadanía.

Antropológicamente un rito iniciático pero para el mozo simplemente ocasión de jolgorio y fiesta cuyo alcance real quizás no fuese capaz de discernir.

La letra de este villancico de temática no navideña, que canta la Paquera de Jerez con su habitual poderío y dentro de la colección “Así canta nuestra tierra en Navidad”, aparece con mil y una versiones en el cancionero popular de las distintas regiones españolas.

 

Audición

Ya se van los quintos, mare

La Paquera de Jerez. Guit.: Parrilla de Jerez y Moraíto chico

Así canta nuestra tierra en Navidad Vol. VI (1987)

Ya se van los quintos, mare

ya se llevan a mi Pepe

ya no tengo quien me traiga

horquillas pa’ mi roete

Que los soldaítos

se los llevan ya

al campo del moro

para pelear

La plaza de Cádiz

la van a adornar

con cintas de seda

y tiras bordás

Las mares son las que lloran

y las novias no lo sienten

se juntan cuatro zagales

y con ellos se divierten

Que los soldaítos

se los llevan ya

al campo del moro

para pelear

La plaza de Cádiz

la van a adornar

con cintas de seda

y tiras bordás

Ya se van los quintos mare

ya se van los de Jerez

se llevan los buenos mozos

del barrio de San Miguel

Que los soldaítos

se los llevan ya

al campo del moro

para pelear

La plaza de Cádiz

la van a adornar

con cintas de seda

y tiras bordás

Ya se van los quintos mare

ya se van los buenos mozos

y se quedan las mocitas

con los viejos más graciosos

Que los soldaítos

se los llevan ya

al campo del moro

para pelear

La plaza de Cádiz

la van a adornar

con cintas de seda

y tiras bordás

Vol 27-2009 (Portada)

El Villancico Ya se van los quintos, mare se reeditó en el Vol.XXVII de la misma colección en el año 2009, el mismo año en que fallecía Parrilla de Jerez (CD facilitado por mi buen amigo Oscar López Hoyos)

viernes, 14 de diciembre de 2012

El principio de una pequeña biblioteca taurina (I) Sobre la técnica del toreo

Por Jose Morente

CUESTAdelMOYANO (Andres Vijande)

La problemática del libro taurino es el de la escasez de publicaciones y las cortas tiradas. Como quiera que, además, no se suelen reeditar, el aficionado no tiene más remedio que acudir a los libreros de viejo como los ubicados en la Cuesta del Moyano en Madrid. El problema de localización de viejos ejemplares se ha paliado hoy, en parte, con las Bibliotecas y hemerotecas digitales. (En la imagen del blog de Andrés Vijande, con una escena de la Cuesta del Moyano, el artista –el propio Andrés Vijande- ha sabido captar magistralmente todo el encanto de las cosas de siempre)

 

De libros de toros 

Hace un mes un amigo mío, muy buen aficionado y con muchas corridas a sus espaldas, pero algo alejado de la literatura taurina, me pedía que le aconsejara sobre libros de toros. Su asignatura pendiente. ¿Qué leer y que no leer para empezar a leer?.

La respuesta no es fácil. Primero porque, sobre toros se ha escrito mucho y no todo de calidad y segundo, porque depende del nivel de conocimientos que tenga el aficionado lector.

Voy a hacer una propuesta para empezar a formar una pequeña biblioteca taurina.

Y voy a comenzar en esta entrada, a la que seguirán otras, por los libros que explican la técnica en el toreo, que no son muchos. Aunque, de entrada, he descartado algunos libros de iniciación, aquellos que explican el toreo desde la base (como por ejemplo, el excelente “Como ver una corrida de toros” de José Antonio del Moral) por ser más idóneos para aficionados neófitos que estén comenzando su andadura en estas lides. Y también he descartado los tratados de Tauromaquia a los que dedicaremos una entrada específica.

Otros temas (el toro en el campo, biografías de toreros, etc.) serán objeto también de su apartado correspondiente.

 

El Chaves y el Corrochano 

Juan Belmonte Matador de toros Chaves Nogales 001 (2)

Juan Belmonte. Matador de toros-Su vida y sus hazañas” de Manuel Chaves Nogales se publicó la primera vez -por entregas- en la revista madrileña “Estampa” durante 1935. Aunque fue reeditado en numerosas ocasiones, la mejor sigue siendo la edición original (recuperada en facsímil en 1992 por el Ayuntamiento de Coria del Río) pues iba acompañada de numerosas fotografía e ilustrada con dibujos del genial Andrés Martínez de León, autor también de la portada que hemos reproducido.

 

De entrada hay dos libros que  se supone tendrían que leer todos los aficionados pues todo el mundo los considera imprescindibles: El libro “Juan Belmonte. Matador de toros. Su vida y sus hazañas” de Manuel Chaves Nogales y el menos difundido, pero no menos interesante, ¿Qué es torear? Introducción a la Tauromaquia de Joselito de Gregorio Corrochano.

Dicho esto, tenemos que añadir que el libro de Manuel Chaves Nogales presenta una visión literaria, preciosista y mítica del personaje de Juan Belmonte. Libro magnífico para aficionar a los no aficionados pero un pelín peligroso pues provoca adicción ya que, en general, acaba uno enganchado y, lo que es más grave, belmontista acérrimo.

El libro de Corrochano, de un corte muy distinto, es una especie de desagravio del periodista a la figura de Joselito el Gallo. Aunque suscita la admiración por el torero, es esta una admiración más estadística que profunda. Quizás porque el objetivo de Corrochano era escribir una tauromaquia y no una biografía. Aunque como tauromaquia es algo dogmática y anticuada (ya que no explica el toreo en redondo con lo que no te enteras ni te sirve para valorar -y entender- el toreo moderno) sigue siendo un libro de obligada lectura pero sólo para aficionados avezados y con un espíritu crítico ya afinado.

¿Que es torear

Portada de la 1ª edición de ¿Qué es torear? de Gregorio Corrochano. Una aproximación (el título de introducción es más que correcto) a una tauromaquia difícil de abordar y clasificar: La Tauromaquia de Joselito el Gallo.

 

Una posible pequeña biblioteca básica

Hay varios autores cuyos libros han sido menos difundidos pero con los que creo se aprende mejor lo que es el toreo. Son Claude Popelin, Uno al Sesgo, Guillermo H. Cantú, Pepe Alameda y Robert Ryan.

Lo curioso es que sólo dos son españoles (Uno al Sesgo y Alameda). Quizás sea mejor decir que sólo uno lo es, porque Pepe Alameda vivió casi toda su vida en México. Los otros son: el primero francés; el segundo, mexicano y el último, norteamericano.

Lo más sensato es empezar leyendo al español Tomás Orts y Ramos. El de más antigüedad de todos ellos. Los libros de "Uno al sesgo" son muy interesantes aunque hable sobre todo del toreo antiguo, el de finales del XIX y primer tercio del siglo XX pero habla muy bien y lo que dice tiene plena vigencia hoy. Tiene varios libros publicados pero hay dos que me gustan mucho:

  • El arte de ver los toros
  • A los cuarenta y tantos años de ver los toros

El segundo, es una especie de balance y resumen de su carrera como periodista taurino pero dice cosas muy curiosas y con validez actual. El primero es un manualito básico muy interesante también para iniciarse en el toreo.

1920¿ (ca.) El arte de ver los toros Uno al Sesgo

El arte de ver los toros de Uno al Sesgo. El subtítulo es muy revelador: Manual del aficionado a la Fiesta nacional. Su éxito hizo que fuera reeditado lo que no es habitual en los libros de toros.

De los autores más actuales, el más básico es Claude Popelin. El autor francés tiene dos libros que hay que leer:

  • El toro y su lidia. Es un tratado elemental que explica muy bien y de forma muy didáctica, los conceptos elementales de la técnica del toreo
  • Los toros desde la barrera. Recopila una serie de artículos con anécdotas y enseñanzas técnicas muy bien explicadas.

Como buen francés se explica con absoluta y meridiana claridad. Aborda los más complejos problemas técnicos con sencillez y además los adoba con sabrosas anécdotas. No se puede pedir más. Por si fuera poco era aficionado práctico.

RO30076426 El toro y su combate

El toro y su lidia de Claude Popelin en edición francesa. Por suerte ambos títulos están traducidos al castellano.

El siguiente autor es Carlos Fernández Valdemoro, el ínclito Pepe Alameda. Este es un autor clave. Fue crítico, comentarista televisivo y también un gran aficionado práctico (¡Toreó con Belmonte!) y además era cuñado de Domingo Ortega, que estaba casado con su hermana María Victoria. Alameda es el crítico que mejor ha entendido y explicado la evolución de la fiesta. Sus opiniones son propias, y no repeticiones de lo que otros dijeron antes que él, por lo que a veces pueden resultar desconcertantes para algunos, al chocar con la historiografía oficial del toreo. Quizás por eso, Alameda no acaba de tener el reconocimiento que realmente se merece. Casi todos sus libros merecen la pena. Para mí hay cuatro libros suyos que son claves:

  • Los arquitectos del toreo moderno
  • Los heterodoxos del toreo
  • Historia verdadera de la evolución del toreo
  • El hilo del toreo

Yo los buscaría todos. Si no es posible, el que hay que leer es el último (El hilo del toreo) pues corrige algunas teorías de sus libros anteriores. Hay una edición de Espasa-Calpe (en tapa dura) que reúne este libro y el de "Los Heterodoxos del toreo". Es una buena opción. Pero ojo, este libro hay que leerlo al revés de como lo han montado (O sea hay que leer primero, los Heterodoxos y luego el Hilo).

El hilo del toreo Alameda 001

En 2002, Espasa-Calpe editó conjuntamente dos de las mejores obras del maestro Alameda: “El hilo del toreo” y “los Heterodoxos del toreo”, aunque en orden inverso a sus fechas de publicación. La ventaja de esta edición es que cuenta además con un prólogo de Paco Aguado que pone las cosas en su sitio.

Para pasar un buen rato, porque tienen mucha fotografías, que es lo bonito y entretenido, están los libros de Robert Ryan:

  • Trapío verde

Sobre el toro en el campo. magnífico texto y fotografías. Algo poético.

  • El toreo de capa

Este lo han reeditado en libro de bolsillo pero, cuidado, esta edición no lleva fotografías. Impresionante para conocer de verdad el toreo de capa (Pero –repito- hay que buscar el tomo grande con fotos)

  • El tercio de muerte

Tan imprescindible como el anterior. Explica el toreo de muleta y la estocada con mucha enjundia y muchos ejemplos. Ryan profundiza mucho en la mecánica de las suertes y en los tipos de lances.

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Un libro (junto con Toreo de capa del mismo autor, Robert Ryan) imprescindible no sólo para conocer las suertes sino para entenderlas.

Y ya para acabar, nos ponemos más serios y pasamos a Guillermo H. Cantú (me lo descubrió, no hace tanto, Xavier G. Fisher).  Sus libros, pese a tener un punto chovinista, no tienen ningún desperdicio y, además, nos permiten descubrir a los aficionados españoles lo importantes que han sido los toreros mexicanos (generalmente ninguneados aquí por críticos y escritores). Pero, sobre todo, lo mejor y lo que más me interesa es que nos meten de lleno en la técnica del toreo actual. Yo tengo tres libros suyos:

  • Muerte de azúcar.
  • Silverio. La sensibilidad en el toreo
  • Manolo Martínez. Un demonio de pasión

En estos libros, Cantú, explica muy bien los mecanismos del toreo moderno. El mejor de los tres (para mí) el de Manolo Martínez. Una joya. Muy emocionante el de Silverio e instructivo y rompedor, Muerte de azúcar.

Manolo Martinez Un demonio de pasion

Uno de los libros de Cantú. El dedicado a ese grandioso torero que fue Manolo Martínez, quien también fue un grandísimo provocador y, por ello, tan discutido por tirios y troyanos. En resumen, un creador de pasiones (lo que es la sal de la fiesta).

La mini-biblioteca propuesta no es nada sistemática pero supone (sobre todo, las obras de Alameda y Cantú) una visión distinta de la habitual que es la que ha venido dando la literatura ortodoxa y dogmática más asequible y fácil de localizar para los aficionados. Una literatura rígida y aburrida como ella sola.

Como estos libros provocan la sorpresa y suscitan la polémica, su lectura (o relectura) nos garantizaría unas placenteras y emocionantes navidades taurinas.

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Las librerías de viejo son uno de los escasos reductos donde poder localizar libros de toros (En la foto, rincón de la Librería Rodríguez de Madrid, una de las pocas librerías de España especializadas en el libro taurino)