miércoles, 30 de marzo de 2016

Cuaderno de notas (LXXVI) Sobre el descabello


Morante de la Puebla intentando descabellar al 4º toro de Domingo Hernández en la corrida del Domingo de Resurrección en Sevilla. No lo consiguió (Fotografía de Arjona)
"En el descabello, el matador hace oficio de puntillero y nada más. Por esto no añade ni quita a la faena. Si ésta. Si esta ha sido mala, no debe aplaudirse por el certero descabello. Si ha sido buena, el marrar el descabello, no apareja deslucimiento,

Cuando se intenta el descabello, la lidia del toro ha terminado. Si hasta entonces mereció el matador la oreja, debe concedérsela, aunque marre. Solamente debe silbarse el descabello, acierte o no, cuando es una habilidad para no entrar a matar, debiendo matar" 

Corrochano, Gregorio (1953) ¿Qué es torear?-Introducción a la Tauromaquia de Joselito" Madrid, 1ª ed., Revista de Occidente (pp. 202-203) 

El puntillero apuntillando al toro desde el burladero. 

lunes, 28 de marzo de 2016

Morante evoca en Sevilla a tres toreros de Sevilla

Por Jose Morente
Morante, genio y figura en desplante pleno de torería. Ecos de una tauromaquia añeja que ya no se suele ver por las plazas.(Fotografía de Arjona para Aplausos)

Primera evocación. La oración de Pepe-Hillo 


"La oración de los toreros" representa a un diestro y su cuadrilla rezando antes de la corrida en la época de Pepe-Hillo. (Detalle de un dibujo de Lizcano publicado en la Lidia en 1883)
Debido a su proximidad al coso Maestrante, los diestros sevillanos del XIX convirtieron en costumbre acercarse a rezar a la Capilla del Baratillo antes de las corridas.

Uno de los más afamados, José Delgado, alías Yllo (Pepe-Hillo), llegó a donar, en 1774 a la Hermandad del Baratillo, una imagen de San José. que todavía se conserva. Por eso, por su devoción, tras su muerte en la Plaza de Madrid, las coplas de ciego llegaron a cantar:
¡Qué lástima me ha dadover a Hillorezando en la capilladel Baratillo!
Hoy esa costumbre de rezar en la Capilla del Baratillo, se está perdiendo y ya son pocos los diestros que la mantienen (uno de ellos, por cierto, es el mexicano David Silveti).

Sin embargo, ayer Domingo de Resurrección, Morante de la Puebla recuperaba esta tradición centenaria y, junto a uno de sus banderilleros, se acercaba a la Capilla del Baratillo para rezarle a la imagen de la Virgen de la Piedad, recordando y evocando a Pepe-Hillo.


Morante de la Puebla, rezando ayer en la Capilla del Baratillo, tal y como  hace dos siglos hacían Pepe-Hillo y los demás diestros sevillanos de la época


Segunda evocación. El pañuelo de Joselito



Joselito el Gallo durante sus faenas y en demostración de poderío, gustaba de sacar el pañuelo que llevaba en el bolsillo y, tranquilamente, delante de la cara de un toro expectante, procedía a secarse el sudor. Luego guardaba otra vez el pañuelo y seguía la faena.

Así hizo Gallito en Valencia, en las imágenes que hemos rescatado para este blog de la película de la tarde en la que se encerró, para cerrar su temporada, en solitario con seis toros de don Juan Contreras. Joselito de rodillas y ante el toro tercero, de nombre Algabeño, se seca el sudor

Ayer, Domingo de Resurrección en Sevilla, Morante de la Puebla, antes de entrar a matar en toriles al cuarto toro, Fantástico de Domingo Hernández de 589 kilos, toro al que no mató, se detuvo un momento y, con la misma tranquilidad de Joselito, sacó su pañuelo, se secó el sudor y montó el estoque.

Ayer al secarse el sudor con el pañuelo, nos recordó a Joselito el Gallo.




Morante mientras está igualando al 4º toro en toriles, coge el pañuelo que llevaba en el bolsillo, se seca el sudor y, después, lo tira al suelo
Tercera evocación. Las debacles de Rafael el Gallo


El de la fotografía de arriba es Rafael el Gallo. El de la fotografía de abajo es también Rafael el Gallo. Está claro: "Del éxito al fracaso hay sólo un paso".

Es posible que Rafael el Gallo haya sido uno de los toreros más geniales e impredecibles de la historia. Con el se inaugura un tipo de torero artista capaz de pasar de la gloria al desastre, y viceversa, en una misma tarde e, incluso, en un mismo toro.

Aunque el propio Rafael lo negara, fueron varios los toros que le echaron al corral durante su dilatada carrera. Las debacles de Rafael, sin embargo, no sólo no empañaban su imagen, sino que incluso acrecentaban su leyenda de torero mágico y misterioso.

Ayer, Domingo de Resurrección en Sevilla, Morante de la Puebla, por un momento que se hizo eterno, tocó el cielo con las yemas de sus dedos en su faena al cuarto toro de Domingo Hernández, para descender inmediatamente a los infiernos del tercer aviso, Un aviso que llegó, todo hay que decirlo, no por incapacidad del torero sino por la capacidad del toro para taparse. Genio y figura del torero más genial y artista, a fuer de valiente, de nuestra época. 

Y es que Morante aunque a quien más se parece es, en realidad, a Francisco Vega de los Reyes, Gitanillo de Triana, el genial e impar Curro Puya. ayer nos recordaba a Rafael el Gallo, a Cagancho o a Curro Romero,

Sobre todo, las debacles de Rafael.



Morante pasó ayer, en el mismo toro, del toreo de ensueño a contemplar, después del tercer aviso, como apuntillaban a ese toro que no quiso dejarse matar. Empero, la leyenda crece y no mengua.

sábado, 26 de marzo de 2016

Empieza la temporada grande

Por Jose Morente


En la Edad de Oro, tradicionalmente la temporada taurina fuerte comenzaba en Sevilla el Domingo de Resurrección. Allí se veían las caras Joselito y Belmonte un año tras otro. No era la primera corrida del año (ni mucho menos) pero era la que marcaba el inicio de la pelea por el mando del toreo.

Mañana, Domingo de Resurrección en Sevilla y después de los prolegómenos, interesantes e importantes prolegómenos, de Olivenza, Castellón y Valencia, comienza la temporada grande del toreo con un cartel con mucho interés. Con toros de Garcigrande y Domingo Hernández, la ganadería del momento, Alejandro Talavante se anuncia junto a los dos toreros actuales más del gusto de Sevilla: Morante y Manzanares.

Bien es verdad que al Belmonte de estos tiempos no le han puesto enfrente un Joselito el Gallo al que disputar el cetro del toreo, sino un Rafael el Gallo (O dos según se mire). Pero es que esa ha sido y es la idiosincrasia muy definida de la empresa sevillana y del público de Sevilla.

En cualquier caso y por si fuera poco, hoy tenemos en Malaga, un aperitivo de categoría, sabroso aperitivo, con Perera, Cayetano y Saúl Jimenez Fortes y toros de Jandilla y Algarra (sustituyendo a los anunciados de Cuvillo) en el cartel. Un cartel inmejorable por la variedad de estilos de los toreros anunciados.

Empieza pues, este fin de semana, la parte fuerte (después de Sevilla, viene Madrid) de una temporada que se ha iniciado de forma prometedora. Hemos visto dosis de muy buen toreo en Olivenza y Valencia. Y además ha llegado, por fin, ese esperado y tan deseado, por los aficionados, choque de trenes entre las nuevas generaciones y los toreros consagrados. Están llegando al toreo jóvenes valores con ganas de comerse el mundo, mientras los toreros en madurez afianzan su tauromaquia o incluso, como es el caso de Talavante, se atreven a renovarla

Llevamos pidiendo el relevo generacional desde hace varios años. Ya está aquí. Por ley de vida se acabarán imponiendo los jóvenes pero mientras tanto se nos presenta una temporada apasionante y de máximo interés para el aficionado. 

Y es que, sabemos como está hoy el escalafón pero lo interesante será ver como queda al final de esta esperada temporada. 


viernes, 25 de marzo de 2016

¿Quien me presta una escalera para subir al madero?

Un Cristo del madero. El Cristo de la Expiración de Málaga. Junto a él, su escultor, Mariano Benlliure (Archivo de la Cofradía)
Casi todo el mundo conoce la versión que del poema de Antonio Machado, "La Saeta", hizo el cantautor catalán Joan Manuel Serrat
Dijo una voz popular:
"Quién me presta una escalera
para subir al madero
para quitarle los clavos
para quitarle los clavos
y a Jesús el Nazareno" 
¡Oh, la saeta, el cantar
al Cristo de los gitanos,
siempre con sangre en las manos,
siempre por desenclavar! 
¡Cantar del pueblo andaluz,
que todas las primaveras
anda pidiendo escaleras
para subir a la cruz! 
¡Cantar de la tierra mía,
que echa flores
al Jesús de la agonía,
y es la fe de mis mayores! 
¡Oh, no eres tú mi cantar!
¡No puedo cantar, ni quiero
a ese Jesús del madero,
sino al que anduvo en el mar!



Lo que quizás no todo el mundo sepa, pese a que Serrat lo dice claramente, es que la primera estrofa de esa poesía NO es de Antonio Machado sino que se trata de una letra popular y mucho más antigua.

Machado recogió esa copla popular (¿Quién me presta una escalera?) y, a partir de ella, hizo una reflexión y una crítica bellísima y poética pero quizás discutible por personal y, por tanto, subjetiva sobre el modo que los andaluces tenemos de ejercer la religión. Una crítica sobre la forma, modo y manera que en Andalucía tenemos, en particular durante la Semana Santa, de manifestar nuestra fe o nuestra falta de fe. 

Criticaba Machado sobre todo, nuestra vinculación afectiva, nuestra identificación con el Cristo del madero con el de la Cruz y no tanto, o no del mismo modo, con el Cristo de los milagros, con "el que anduvo en la mar"

Son opiniones, pero si se piensa, bien, la postura del andaluz (y de las andaluzas, pues ahora hay que decirlo así) ante la religión tiene lógica, mucha lógica. No sólo por nuestra obsesión por cantarlo todo, por expresarnos cantando sino especialmente por lo que cantamos.

Y es que Andalucía es tierra asolada por penurias y sufrimientos históricos. Nuestra historia es todo menos una historia plácida y amable. Y aunque hoy, pese a todos los pesares, corren tiempos distintos, estamos marcados en nuestro código genético por invasiones, catástrofes, hambrunas, pobrezas y retrasos seculares respecto a otras regiones de España.

Por eso, por esos padeceres y sufrimientos, al andaluz le cuesta poco muy poco identificarse con los sufrimientos del Jesús del madero que criticaba Machado. Nos cuesta poco muy poco, quizás porque nosotros los hemos vivido en nuestras propias carnes, en las de nuestros padres y abuelos, identificarnos con sus padecimientos y sufrimientos.

Explicado, justificado y razonado porqué aquí se canta lo que se canta, retornemos a esa letra machadiana. Y vamos a aportar otro dato aún menos conocido. Esa letra inicial la que utilizó Machado como base de su poema, fue la primera letra de saeta flamenca (cantada por un cantaor desconocido pero al que suponemos flamenco) que se grabó en la discografía.


Los dos primeros cilindros semanasanteros

En efecto, las dos primeras grabaciones de saetas que han llegado hasta nosotros fueron dos cilindros de cera (1893-1901) de autor anónimo que forman parte de la colección de cilindros de la Junta de Andalucía y que fueron editados en un doble CD en 2003.

Primeras grabaciones del Flamenco. La recopilación de los Cilindros de cera propiedad de la Junta de Andalucía (Carátula)
Hemos dicho que de autor anónimo o sea desconocido pero al que suponemos flamenco, no sólo porque estas saetas se atribuyen ora al Canario Chico (discípulo de aquel Canario de Álora al que mataron de un navajazo cerca del Puente de Triana), ora al Mochuelo, sino sobre todo por la tesitura de la voz.

Son saetas todavía muy primitivas, pero que ya pudiéramos llamar pre-flamencas o cuasi-flamencas y que atestiguan que el Cante Jondo, con ser antiguo es más reciente de lo que suponemos, tanto que la evolución de la saeta flamenca, se puede seguir desde casi sus orígenes a través de esas grabaciones primigenias y las que les siguieron inmediatamente.

De los dos cilindros comentados, uno contiene la letra popular que inspiró a Machado ("¿Quien me presta una escalera...?). El otro contiene una letra no menos significativa.
"Cristo de la Expiración
alarga al pueblo la mano
y échale la bendición
y échale la bendición
a este pueblo sevillano."
En esas dos letras se resumen las dos temáticas mayoritarias en la que se mueve la religión de nuestro pueblo y, por tanto, en la que se movió la Saeta primitiva y se movería, posteriormente, la Saeta flamenca.

Por un lado, la saeta el cante de saeta, se desarrolla como plegaria, oración o ruego. Ese es, en realidad, su origen. El de los cantos salmodiados que todavía se conservan en algunas poblaciones andaluzas. Son las saetas de Marchena, de la Puebla de Cazalla, las cuarteleras de Puente Genil, etc. Saetas populares que no todavía flamencas.

Por otro, el relato del drama de Cristo en la Cruz y del tremendo dolor de su madre, la Virgen María. Algo que el pueblo andaluz, hecho secularmente a las penas y al sufrimiento como hemos dicho, entiende perfectamente. Para el andaluz identificarse e incluso recrearse con la Pasión de Cristo es fácil, muy fácil. No en balde esa pasión no es sino trasunto de la suya propia

Pero es una identificación que no se queda en el mero relato. Y es que la gente de esta tierra no puede permanecer impasible ante el dolor ajeno.

Por eso, porque no queremos ser meros espectadores, es por lo que todas las primaveras, aquí andamos pidiendo escaleras para subir a la Cruz y quitarle los clavos a Jesús el Nazareno. 

Ese es nuestro cantar.


jueves, 24 de marzo de 2016

Alejandro el Grande

Por Paco Carmona
Fotografías: Arjona (Aplausos)/Alberto de Jesús (Mundotoro)



Decíamos ayer

Decíamos en anterior entrada:

Primero.- Qué Roca Rey va a ser en el Toreo lo que le dé la gana
Segundo.- Qué el Juli ha sido, es y será en el Toreo lo que le dé la gana y

Y dejábamos en suspenso y con dos grandes interrogantes, el punto tercero. Hoy resolvemos el suspense.

y Tercero.- Que Talavante ha toreado, torea, y va a torear, como le venga en gana. 

La grandeza de un torero. La grandeza del toreo.

Desde que Manolete impuso la quietud

Desde que Manolete impuso la quietud como norma inamovible para triunfar en los ruedos, es precisamente cuando el toreo más se mueve por dentro, sin dejar en ningún momento de evolucionar y me atrevo a decir, de mejorar.

El caso, es que para mí, después de estudiar en directo más de veinte años de toreo, no dejo de sorprenderme, y últimamente, de asombrarme.

Recuerdo un spot publicitario, que hablaba que llegados a este momento de perfección, había que desaprender, volver al origen sirviéndose de lo aprendido, de lo corregido, de lo mejorado durante décadas.

En el toreo, pasa algo similar a otras artes. Que después de pasar por los grandes clásicos y admirar por cuestión de edad y atrevimiento, otros estilos más efectistas, el artista debe acabar por comprender que para ser realmente importante en la materia, uno se debe castigar, revolver, buscar e indagar en lo más profundo de su alma. Y sobre todo, comprender aquello que mejor le va.

Saber que para ser único, hay que ser fiel, y que en el arte, como en el toreo, no existen las copias cotizadas a precio de obras originales.

Me van a perdonar, pero esta extensa introducción, es una manera de encuadrar a un torero sumamente camaleónico, original, a veces clásico y otras temerario. Les hablo de Alejandro Talavante.


Talavante. A veces, clásico...

... y, a veces, temerario


Talavante el Grande

Un torero considerado figura, y que las estadísticas desde sus inicios juegan tan a favor de él, como la propia evolución de su tauromaquia.

Porque Talavante, es un gran taurómaco, un gran estudioso de su arte, un torero en constante evolución, en una constante búsqueda de sí mismo y de su propia vida. Porque el toreo para quienes lo llevan a cabo, no es otra cosa que el hilo conductor de su propia vida. 

Alejandro siempre fue un hombre con estrella, uno de esos artistas capaces de cambiar el destino con una sola moneda. Un artista que desde sus inicios, fue transformando su manera de entender su profesión, de la misma manera que ha ido cambiando su vida. 

Este torero, considerado, para mí, una de las principales figuras de la actualidad, es aún más importante por aquello que le hace a los toros. Que  por cierto, a los aficionados es lo único que nos debería preocupar.

Lo único realmente importante es lo que los toreros son capaces de hacerle a los toros


Hace ya un tiempo

Hace tiempo, que Talavante viene toreando sumamente bien, dos o tres temporadas en las que su tauromaquia ha vuelto mejorada. Como si regresara a aquellos tiempos novilleriles, cuando el torero aún fresco, y "ajosetomasado", toreaba con suma facilidad,  a través de los ojos de un genio. El añorado, Antonio Corbacho.

Talavante, siempre fue una esponja, ha sabido beber de grandes fuentes en distinto tiempo. De su etapa sin caballos, era una mezcla entre Joselito y El Juli, del que más tarde, ya siendo figura, se chupó media tauromaquia suya. Después ha ido cogiendo de unos y otros, de aquí y de México, hasta que un día, después de aprender mucho y bien de una de las grandes debilidades para los toreros, Curro Vazquez, decidió que llegados a este punto, su condición de figura, iba a ir de la mano de su libertad como artista.

La libertad del artista. La libertad del arte

Total, que Talavante, al que he tenido manía durante algunas temporadas, porque pudiendo torear como quisiera, toreaba como uno más, ha firmado en la pasada Feria de Fallas, la que para mí, ha sido la mejor faena, la faena más sería, fiel a un estilo, la más entregada, de mayor responsabilidad y quizá de menor repercusión, de toda la Feria. 

Valencia, ha supuesto después de Olivenza, la primera feria importante y el primer medidor de intenciones que hemos podido ver en directo, gracias a la tele.

Me encanta este renovado Talavante, un torero que como bien dice mi amigo Javi Hernández, juega desde hace varios años en otra liga. Alejandro, cada día más clásico, es un artista de vanguardia, capaz de soltarle a los toros los vuelos por abajo sin descomponer de arriba, muy capaz de pasarse los toros muy cerca y de mejorar cada tarde. Una tauromaquia lenta, ceñida, pausada y limpia, una tauromaquia muy fiel, muy pura por comprometida, que nace de un sentimiento interior, del sentimiento de querer no mirarse más en nadie, sino todo lo contrario, empezar a servir de guía para generaciones nuevas y próximas figuras, como es el ejemplo del elegido, Gines Marín.


Un toreo que puede servir de guía para las nuevas generaciones

Talavante está toreando para la Historia

Talavante está toreando para la Historia, porque con anterioridad se ha estado mirando mucho en ella. Un torero con ritmo, que maneja los tiempos perfecto, que tiene un embroque lento, capaz de variar las suertes sin perder el estilo. Cada vez mejor capotero, cada vez más suelto, más hermoso, más sutil.

Pecho, cintura y compás, y sobre todo, y por fin, personalidad

Me atrevo a contar todo esto, primero porque me encandila el torero, segundo porque rectificar en manías también es de sabios y porque la apuesta para este año y la de cada vez más taurinos, tiene nombre propio, Alejandro Talavante. Quien dentro de unos días, toreará la afamada corrida de Resurrección en Sevilla, y para más INRI, al lado del último gran genio hispalense, Morante de la Puebla.


Sevilla es el siguiente objetivo del extremeño.

Addenda. Para quien tenga interés es seguir y comprobar la evolución en el último año de este grandioso torero, insertamos 3 vídeos  de 3 actuaciones: Almería en 2015 y las tardes de Olivenza (con un toro muy "cabrón" de Garcigrande) y Valencia (con menor repercusión mediática de lo que sus tres faenas merecían)

Almería, 2015


Olivenza, 2016.



Valencia, 2016

miércoles, 23 de marzo de 2016

No hay arte sin técnica (Madrid 20 de marzo)

Por Fernando Cámara 
Fotos: Juan Pelegrín (Las Ventas)

Madrid. Comienzo de temporada

Madrid. 20 de marzo

La fantasía de los tres toreros del día 20 de marzo en la Ventas, se anteponía a la imperceptible técnica, y es que cuando no se aprecia la técnica de forma tangible, aparece aquella sensación subjetiva a la que llamamos arte. El Arte en letras mayúsculas, la imaginación, la creatividad, la intuición y la chispa como entelequia de la perfecta burla realizada por un lidiador en una plaza de toros.

Lidiaban puñales de bravura en la figura del mítico Uro, tres artistas derrotados en el combate de los crueles juicios de vacuos ojos que no ven mas allá de la luz. Lidiaban corazones infranqueables cerrados con cerradura de siete vueltas y lidiaban con sabor, con gusto y con recelo el canguelo de la incomprensión y del olvido. Lidiaban hermosos toros astados de miedo y gloria y lidiaban  bravos cornúpetas en los que se encierra gran parte de la cultura del ser humano.



Hoy ya quedo atrás el derroche de virtudes de aquellos que pasearon sus capotes y muletas por el redondel venteño pero, quedarán en el recuerdo, sensaciones e imágenes que solo pueden ser borradas por otras mejores. Tres toreros con personalidad definida, de aspecto y tauromaquias poco convencionales, tocados con la varita mágica de los dioses, merecerían otra consideración entre los aficionados y espectadores. A sus agónicos lamentos, dio consuelo la mítica embestida con toda la carga de nobleza y bravura que solo puede emanar del grandioso toro. El toro que apareció en el ruedo, éste que por su nobleza no deja ver la violencia de su agresividad, para así convertirse en el mayor valedor del arte de la lidia.

Solo el talento puede crear sutiles movimientos cuyos estímulos embeben las embestidas de las reses, cosiéndolas unas con otras y abrochándolas con pintureros remates. Expresión sugestiva de la lidia que encierra la virtud de amansar los corazones de hambrientos leones, los de la jaula numero siete.              


No hay arte sin técnica (Curro Díaz)


Deleite colectivo por la interpretación del torero de los lidiadores que, el día 20 en las Ventas se convirtieron en toreros, en artistas capaces de recogerse en si mismos e interpretar el toreo desde lo mas profundo de sus entrañas. Protagonistas en plena expresión reivindicatoria de un sitio entre los hombres de luces, cuya nobleza conseguida con sublime virtud, llegó hasta las almas de los mayores eruditos taurómacos de la Catedral del Toreo.


No hay arte sin técnica pero no olvidemos que también se necesita valor (David Galván)

Los toreros artistas, reúnen un sinfín de esencias extraídas del mas profundo origen de la lidia. Gráciles pasitos para provocar los estímulos necesarios a los toros, empujando así embestidas que llenan de mariposas los estómagos de los  artistas, movimientos, composturas, colocación, formas y gestos con el único fin de agarrarse al sueño de interpretar el toreo al estilo del gran Cagancho y del Divino Calvo. Representando en todo momento el componer de la simétrica escultura de una obra viva. Toro y torero se entienden y se entregan a sus principios mas íntimos para alcanzar el pellizco de los corazones en el eterno juicio que aposentan los tendidos.

Curro Diaz, David Galván y Juan Ortega son tres toreos definidos que se salen de lo cotidiano, que los definen, en mayor proporción, sus condiciones y principios que los resultados del juicio tajante de aquella tarde clave.


No hay arte sin técnica (Juan Ortega)


El toro, la corrida de Gavira, hizo honor a su estirpe para regalar nobles embestidas vestidas de miedo y emoción, para dejar expresar a los toreros la esencia del pueblo, la genuina denominación de origen popular.

Engrandezcamos el talento por encima del triunfalismo y dejemos expresar la voz de nuestro pueblo en las cinturas y muñecas de juglares danzantes disfrazados en cuerpos de torero.

Viva el toreo y vivan las tierras y los pueblos donde habita el toreo.

El triunfo del arte y el talento. ¡Viva el toreo!

Por Fernando Cámara

martes, 22 de marzo de 2016

Sobre el manido julipié

Por Paco Carmona/Jose Morente

Contundente estocada del Juli
Introducción julista

La verdad en el toreo no es engañar a los demás diciendo que la pureza está sólo en una pierna adelantada o cosas por el estilo.

La verdad en el toreo está en no engañarse a uno mismo ni engañar a los demás. Algo que parece que a muchos mentirosos les molesta más de la cuenta.

Pregunta Benlloch al Juli, en el Aplausos de la pasada semana, por qué no es capaz de mejorar en la estocada, por qué no mata bien.

La respuesta del Juli es antológica por sincera:
"Porque es difícil. Porque no soy capaz. No te creas que no lo intento. Ni que desisto de lograrlo. Me digo quiero hacerlo así. Quiero meter la espada, pero no lo logro. Soy al menos, relativamente contundente, eso me consuela, pero no me siento. No alcanzo el grado de plenitud que quisiera. Aluna vez lo conseguí pero pocas"

Intermedio gallista 

La explicación del Juli es más o menos, lo que dió Joselito el Gallo, cuando Parmeno le preguntó como le había cogido la muerte a los toros, Joselito le respondió así:
"¿Y si le contestará a usted que no lo sé? Eso de que me criticaran por levantar la mano para matar me tenía rabioso [...] Pero como continuaban criticándome, yo, que tengo mucho amor propio y que creo que to se aprende, bajé la mano para herir... y empesé a chuparme una de disgustos que me quitaron el apetito [...]
Con la mano en el tupé mataba yo mas que el cólera y con la mano en el pecho mataba menos que un estornino. Ni hería en su sitio, ni ahondaba, ni cruzaba... Ya sabe usté que al meterse no se fija uno más que en el morriyo y que se mueve la mano isquierda istintivamente... Pos bien, yo, al cambiar la colocasión de la otra, no la podía mover o la movía mal, y figurese el resultao"

1917. Estocada de Joselito el Gallo en Sevilla (Monumental)

Desenlace ojedista

A los alumnos de su Escuela Taurina, les comentaba Juli en una ocasión:
"Al carro sería bueno que aprendierais a entrar a matar así (y simulaba la manera de hacerlo en el carretón), porque es la forma ortodoxa de hacerlo y porque además, de primeras hay que aprender a hacerlo bien".
 Uno de sus alumnos, hoy matador de toros, le replicó: 
"Pero usted, maestro, no entra así a matar los toros".
A lo que el Juli, contestó sincero:
"Que yo no mate así los toros, no quiere decir que vosotros no tengáis que aprender a hacerlo bien. Yo reconozco que no soy un buen ejemplo de cómo se debe hacer la suerte, aunque haya encontrado en mi forma de hacerla, una seguridad y una confianza que me sirva para poder triunfar".
Juli, añadimos nosotros, empezó matando muy bien a los novillos y a los toros en su primera época pero matar bien tiene mucho peligro y, sobre todo, es más fácil fallar, pinchar. Ojeda le habló en el campo del saltito y de otras más cosas, cuando el madrileño tanto hacía por parecerse al genio de Sanlúcar, y poco a poco le fue cogiendo esa manera. Hoy lo pasa regular al entrar a matar. 

Eso sí, cuando tiene que matar uno, lo mata.

Salto precursor. Estocada de Paco Ojeda (Del Blog Toreo en Red Hondo)
Epílogo (que debía ser prólogo) pastorista

Y cuidado que el primero que saltó no ha sido el Juli, ni Paco Ojeda sino Vicente Pastor, torero que fue el ídolo de los aficionados integristas, como Antonio Díaz Cañabate, en la época de Joselito y Belmonte (lo que tiene delito).

Pero de eso, del salto primigenio, del salto del torero de Embajadores (calle de), hablaremos en una próxima entrada.

Salto primigenio. Vicente Pastor en México en 1919 (Del Ruedo)

domingo, 20 de marzo de 2016

Los que están y los que llegan: El Juli y Roca Rey

Por Paco Carmona

Un niño (Roca Rey) saluda a una figura del toreo (El Juli)

Los que están: El Juli

Lo de Juli, en Valencia, fue una tarde de figura indiscutible, de mantener su posición tocando todos los palos y resortes para seguir comunicando con el toro y con el público. 

No hay reinvención en su toreo, ni un Juli nuevo, ni un triunfo o faena de clamor. Hay una ambición por encima de la media que, después de 20 años, sigue siendo admirable. Pero no hubo una gran faena para analizar, una faena de esas magníficas, sino el conjunto y la defensa de una categoría indiscutible.

Los que llegan: Roca Rey

De Roca Rey, se ha hablado mucho y muy bien en estos días. Totalmente impactante para quienes no conocían al torero. Tiene una ambición tan grande como su capacidad delante del toro. No ha dejado -desde niño- escapar una sola tarde, ni ahora se le escapa una sola embestida, Es un torero que en sus forma se asemeja a Perera y Castella, pero que, en el fondo, quiere ser un Juli. Su ídolo desde niño. De hecho hace honor a su admiración, porque sigue sus pasos. 

¿O ya no nos acordamos de la revolución Juli, del impacto Juli, de lo que supuso para el toreo, para las empresas, para la taquilla? Cuando sus triunfos se repetían todas las tardes y cuando saliera lo que saliera de chiqueros, el triunfo estaba más que asegurado.

Dicho esto, chapeau, por el Juli y por Roca Rey, su sucesor. Dos elegidos para el toreo, que tienen una absoluta facilidad para desarrollar su profesión y hacerle a los toros de todo y muy bien hecho

Resumen:

Primero.- Qué Roca Rey va a ser en el Toreo lo que le dé la gana
Segundo.- Qué el Juli ha sido, es y será en el Toreo lo que le dé la gana y
Tercero.- ¿?

[Nota del editor: El punto tercero, que tiene mucha sustancia, lo dejamos para la próxima entrada]

La nostalgia del pasado


Por Jose Morente

El toreo de muleta del Juli en Valencia en 2016 (Foto Arjona para Aplausos)
Joselito el Gallo, en Valencia en 1916

Si la nostalgia del pasado nos impide apreciar y valorar el presente...entonces recordar el ayer no merece la pena pues el pasado se convierte en una rémora que nos imposibilita entender el toreo

Pero si el pasado sirve para hacer acopio de imágenes, recuerdos, gestos, posturas, anécdotas, improntas, trazos, proezas y apuestas con las que aderezar e ilustrar el presente, el pasado se convierte en necesario e imprescindible.

Talavante de rodillas en Valencia en 2016 (Fotografía de Arjona para Aplausos) 

Joselito el Gallo de rodillas en Valencia

Las circunstancias cambian y no todo lo antiguo permanece, pero muchas cosas del toreo de hoy no se pueden entender sin entender cabalmente el toreo del ayer.

López Simón en Valencia, desplante (Fotografía de Alberto de Jesús para Mundotoro)


Joselito el Gallo en Valencia, desplante

El reto y la tarea para los aficionados más exigentes es el mismo reto que tienen los arqueólogos en su trabajo: Encontrar en los vestigios del pasado algunas claves del presente.

Andrés Roca Rey, ayudado por bajo, en Valencia (Fotografía de Alberto de Jesús para Mundotoro)
Joselito el Gallo, ayudado a media altura, en Valencia