lunes, 28 de marzo de 2016

Morante evoca en Sevilla a tres toreros de Sevilla

Por Jose Morente
Morante, genio y figura en desplante pleno de torería. Ecos de una tauromaquia añeja que ya no se suele ver por las plazas.(Fotografía de Arjona para Aplausos)

Primera evocación. La oración de Pepe-Hillo 


"La oración de los toreros" representa a un diestro y su cuadrilla rezando antes de la corrida en la época de Pepe-Hillo. (Detalle de un dibujo de Lizcano publicado en la Lidia en 1883)
Debido a su proximidad al coso Maestrante, los diestros sevillanos del XIX convirtieron en costumbre acercarse a rezar a la Capilla del Baratillo antes de las corridas.

Uno de los más afamados, José Delgado, alías Yllo (Pepe-Hillo), llegó a donar, en 1774 a la Hermandad del Baratillo, una imagen de San José. que todavía se conserva. Por eso, por su devoción, tras su muerte en la Plaza de Madrid, las coplas de ciego llegaron a cantar:
¡Qué lástima me ha dadover a Hillorezando en la capilladel Baratillo!
Hoy esa costumbre de rezar en la Capilla del Baratillo, se está perdiendo y ya son pocos los diestros que la mantienen (uno de ellos, por cierto, es el mexicano David Silveti).

Sin embargo, ayer Domingo de Resurrección, Morante de la Puebla recuperaba esta tradición centenaria y, junto a uno de sus banderilleros, se acercaba a la Capilla del Baratillo para rezarle a la imagen de la Virgen de la Piedad, recordando y evocando a Pepe-Hillo.


Morante de la Puebla, rezando ayer en la Capilla del Baratillo, tal y como  hace dos siglos hacían Pepe-Hillo y los demás diestros sevillanos de la época


Segunda evocación. El pañuelo de Joselito



Joselito el Gallo durante sus faenas y en demostración de poderío, gustaba de sacar el pañuelo que llevaba en el bolsillo y, tranquilamente, delante de la cara de un toro expectante, procedía a secarse el sudor. Luego guardaba otra vez el pañuelo y seguía la faena.

Así hizo Gallito en Valencia, en las imágenes que hemos rescatado para este blog de la película de la tarde en la que se encerró, para cerrar su temporada, en solitario con seis toros de don Juan Contreras. Joselito de rodillas y ante el toro tercero, de nombre Algabeño, se seca el sudor

Ayer, Domingo de Resurrección en Sevilla, Morante de la Puebla, antes de entrar a matar en toriles al cuarto toro, Fantástico de Domingo Hernández de 589 kilos, toro al que no mató, se detuvo un momento y, con la misma tranquilidad de Joselito, sacó su pañuelo, se secó el sudor y montó el estoque.

Ayer al secarse el sudor con el pañuelo, nos recordó a Joselito el Gallo.




Morante mientras está igualando al 4º toro en toriles, coge el pañuelo que llevaba en el bolsillo, se seca el sudor y, después, lo tira al suelo
Tercera evocación. Las debacles de Rafael el Gallo


El de la fotografía de arriba es Rafael el Gallo. El de la fotografía de abajo es también Rafael el Gallo. Está claro: "Del éxito al fracaso hay sólo un paso".

Es posible que Rafael el Gallo haya sido uno de los toreros más geniales e impredecibles de la historia. Con el se inaugura un tipo de torero artista capaz de pasar de la gloria al desastre, y viceversa, en una misma tarde e, incluso, en un mismo toro.

Aunque el propio Rafael lo negara, fueron varios los toros que le echaron al corral durante su dilatada carrera. Las debacles de Rafael, sin embargo, no sólo no empañaban su imagen, sino que incluso acrecentaban su leyenda de torero mágico y misterioso.

Ayer, Domingo de Resurrección en Sevilla, Morante de la Puebla, por un momento que se hizo eterno, tocó el cielo con las yemas de sus dedos en su faena al cuarto toro de Domingo Hernández, para descender inmediatamente a los infiernos del tercer aviso, Un aviso que llegó, todo hay que decirlo, no por incapacidad del torero sino por la capacidad del toro para taparse. Genio y figura del torero más genial y artista, a fuer de valiente, de nuestra época. 

Y es que Morante aunque a quien más se parece es, en realidad, a Francisco Vega de los Reyes, Gitanillo de Triana, el genial e impar Curro Puya. ayer nos recordaba a Rafael el Gallo, a Cagancho o a Curro Romero,

Sobre todo, las debacles de Rafael.



Morante pasó ayer, en el mismo toro, del toreo de ensueño a contemplar, después del tercer aviso, como apuntillaban a ese toro que no quiso dejarse matar. Empero, la leyenda crece y no mengua.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Tonterías el comparar un montaje burdo con lo original.
José A.D.M.

Jose Morente dijo...

José A.D.M.

"Lo que no es tradición es plagio"



Anónimo dijo...

Hay que engrandecer a Morante a toda costa y nunca interpretar sus actos de forma negativa.

Jose Morente dijo...

Anónimo:

Hay que empequeñecer a Morante a toda costa y conseguir que no se hable nunca de su toreo

Saludos

manuel dijo...

Imponente la foto de Morante orando ante La Piedad de Fernandez Andes y El Cristo Yacente de La Misericordia de Ortega Bru. Tres épocas de geniales artistas frente a frente. Arte en estado puro.