jueves, 17 de agosto de 2017

El toreo se llama Fortes

Por Paco Carmona

Fortes. Natural de ensueño al toro de Victorino (Fotografía: Arjona)
Nota de LRI: Clarito impactado por el excepcional toreo de Saúl Jiménez Fortes en la Malagueta, nos dice que no es capaz -por ahora- de escribir sobre la corrida de ayer. Suerte que Paco Carmona también estaba por allí


Camino de Almería. 17 de agosto de 2017. 11:30 P.M. 

Voy saliendo de Málaga y el GPS me marca como hora de llegada las 2:15. Ando intentando resolver la manera de contar a todo el mundo la dimensión de torero tan enorme que ha dado Saúl Jiménez Fortes esta tarde en la Malagueta. A ver a quién le puedo contar que este torero no solo  ha debido salir a hombros con cuatro o cinco orejas, sino que además ha toreado como muy pocas veces he visto torear en mi vida. 

Gran toreo de muleta pero también con el capote. Lidiando o con lucimiento, Fortes ha dado una dimensión extraordinaria toda la tarde (Fotografía: Toros del Mediterráneo)
Llegué a Málaga, como otras veces, de la mano de mi amigo José Morente, al que agradezco no solo su invitación sino su cariño y el que me demuestran sus amigos, como el gran Juan Manuel Pozo, un personaje que bien merece un capítulo aparte. Paseamos por la bella y renovada ciudad, charlamos de toros, palpamos su Feria de día y comimos por el centro. Y después, por fin, pudimos darnos un abrazo con Javier Hernández y su familia. Más tarde, en los toros, también abracé a mi querido amigo y compañero Alberto Guzmán, me quedé con las ganas de besar a Mónica P. Alaejos y pude mirar de frente a esa mujer tan especial como es Mari Fortes, acompañada de su hija Verónica, a quien hacía años que no veía y que ha heredado esa mirada sincera de ojos verdes y sonrisa delicada. 

Me pasó una cosa curiosa a mitad de la corrida. Después del toro de Victorino, me invadió una especie de tristeza y de pena, porque entendí que se estaba cometiendo una gran injusticia, y que lo que allí estaba sucediendo no se iba a trasladar al exterior, y mucho menos a todas aquellas personas que no habían asistido a la corrida en directo.  Pensé que aquello no iba a tener la trascendencia que merecía y que la tarde, para mí histórica por cómo había toreado Saúl, no iba a verse recompensada en el futuro. 

Apuesta desde el principio. Desde el principio hasta el final de la corrida (Fotografía: Toros del Mediterráneo)
Me consoló poder decirle a su madre, que esa forma de torear debería tener premio, que debía ser obligación de todos los aficionados recompensar, al menos con orejas, esa forma tan pura, tan distinta, tan original y tan única de torear. Éramos pocos en la plaza, sí, pero teníamos que haber hecho algo para que aquella manera tan brutal de torear, esa infinita entrega, se hubiera visto recompensada.

 La infinita entrega de un gran torero (Fotografía: Toros del Mediterráneo)

Me recordó tanto a José Tomás, que me atrevo a decir que que no hay nadie en el escalafón que toree de  esa forma. Era la tarde ideal para quitar etiquetas, para borrar de una vez por todas ese cliché en el que se encasilló a este torero, un cliché que poca gente ha sabido ver que ya no es real pues su evolución ha sido total y constante.

Me recordó tanto a José Tomás... (Fotografía: Toros del Mediterráneo)
Más allá de analizar toro por toro, regreso a la costa almeriense acordándome de muchos momentos únicos, momentos que por toreo y por verdad se me han quedado grabados para siempre. Su forma de colocarse, su manera de enganchar, su torería, su rectitud ante el toro, y ante la vida, sus nuevas pausas, sus tiempos, esa forma de colocar el engaño, su manera de tirar de los toros, su pecho, su cintura, su compás. Ese ritmo interior que da el valor puro. La plomada. Sus cites. Ser profundo siendo vertical. En definitiva calidad, mucha calidad.

Fortes. La confianza en el mando del brazo que torea (Foto: Arjona)

Todas estas cualidades, no solo se han visto en la faena cumbre que ha realizado al gran toro de Victorino, sino que lo ha podido llevar a cabo prácticamente en todos los toros por momentos. Se le ha visto despejado, resolutivo, capaz de quitarse y ponerse sin pirarse, capaz de dar a cada toro lo que pedía sin salirse de sus formas, sin un guión establecido pero con una línea muy recta a seguir. 

Fortes es un torero único, lo ha sido siempre, pero ahora es mejor que nunca.

Esa vida que se le escapaba a borbotones hace un par de años, ahora se la bebe  más ajustada y más a gusto que nunca.

Fortes. Colocación perfecta entre muletazo y muletazo(Foto: Arjona)

Cómo ha toreado en muchos momentos, su admirable compostura, su nuevo capote, enganchando por delante, sin cambiarlos, sus tandas de naturales, un tremendo inicio de rodillas, los pases de pecho, uno de frente a pies juntos, como se ha dormido en cada muletazo, como se ha ido detrás de cada muletazo, qué forma de asentarse, de encajar los riñones, de ajustar el toro a su cuerpo.  Qué despacio Dios mío, qué despacio. Y ahí está Victorino para preguntar de qué manera a toreado el suyo. 

También cuajó un buen toro de calidad a menos, que fue el bonito segundo de La Palmosilla. Perfecto, un lujo de faena desde que se abrió de capa.

Al último toro, un camión de sobrero del Ventorrillo, sustituto de un buen toro de Borja Domecq que fue devuelto porque se partió un pitón, le hizo cosas increíbles, de consentirle, de esperarle y de gran valor. 

Excelente natural a un toro del Ventorrillo que embestía con la cara alta (Foto: Arjona)

Y encima, me entero que al final sí llevaba una cornada de 15 cms, operado en la Plaza sin anestesia y volver como si nada a matar los toros restantes.

La entrega total matando (Foto: Arjona)

Y después de todo esto qué, cuál es la lectura oficial que le llega a la gente: dos orejas. Una y una, dirán algunos ¡Qué pena!

¡Que mentira! ¡Que gran mentira! Espero y deseo que trascienda, a través del tiempo, de los vídeos y de las nuevas tecnologías, una tarde en la que, en muchos momentos se pararon los relojes viendo torear a uno de los nombres que mejor hacen el toreo, con mayúsculas, de la actualidad. 

No lo acabo de entender. El enemigo está dentro. Dentro de nosotros mismos.

Esto es el toreo (Fotografía: Toros del Mediterráneo)

Hoy el toreo se llama Saúl Jiménez Fortes (Fotografía: Toros del Mediterráneo)

2 comentarios:

Luis Miguel López R. dijo...

Extraordinaria esta nueva entrada con la que Paco Carmona nos cuenta lo que se vivió ayer en la Malagueta. Escuchar (en este caso leer) a Paco hablar del toreo, es una verdadera delicia.
Tuve contacto telefónico con Paco y el grupo de grandes aficionados, comandados por José Morente que menciona en su crónica, horas antes de la corrida. A casi 600 km. de distancia, me corroía la envidia por no poder vivir este acontecimiento junto a ellos. Me tuve que conformar con seguir la información puntual que daban los portales taurinos toro a toro. Al igual que a Paco, me invadió un sentimiento de tristeza por la escasa entrada registrada. No estuvo a la altura del gesto, del torero, de Málaga, ni de su feria. Noticias puntuales que resumían el resultado a la muerte de cada toro… hablaban de firmeza de Fortes, de la suavidad que imprimió a su primero de la Virgen María, lo bien que estuvo con el toro de la Palmosilla… gran faena al de Victorino, de su cogida…del sobrero…pero como siempre, en estos tiempos de la inmediatez, del resultadismo, de las estadísticas…, el marcador no subía en orejas…y no había puerta grande. Sin más datos de análisis, se acrecentó ese sentimiento de tristeza por el torero al que tengo tanta fe. ¡Como necesitaba un zambombazo! Ése, que equivocadamente, todos esperamos cuando hay una actuación en solitario. Muy atrás quedan en el tiempo, que sólo el matar bien, salir a pie y estar a la altura en tarde en solitario, se consideraba un gran éxito.
No contacté en la noche con el grupo. Por saber que están en feria y Paco tenía que emprender viaje a Almería…pero hoy al abrir la razón incorpórea… me encuentro con la verdadera dimensión de la actuación de Fortes contada por Paco Carmona. Se me borra de un plumazo esa sensación de tristeza. ¿Cómo se puede medir el toreo y las emociones con orejas? He vuelto a caer otra vez en el mismo error en que caemos tantas veces los aficionados.
Cuando alguien como Paco te lo cuenta así, no queda más que deleitarse para tener una verdadera dimensión de lo que allí ocurrió. Primero, y con ello debería bastar, porque sus palabras, son palabras de torero. Amén. Pero además los que tenemos la suerte de conocerlo, sabemos que habla del toreo con verdadera pasión, con sinceridad, sin prejuicios, con una claridad de ideas fuera de lo común, sin ninguna pretensión nada más que trasmitir con la pasión del que ama… Tarde de toreo grande.
Sólo puedo mostrarse mi inmenso agradecimiento por compartir tus emociones a través de esta entrada. Dar la enhorabuena a Sául Jiménez Fortes y cerrar mi comentario citando un extracto de la crónica firmada por Divino Calvo, publicada en este mismo blog en la reaparición de Fortes en Vistalegre, un 21 de febrero de 2016. [La razón incorpórea] Bienvenida a dos toreros (http://larazonincorporea.blogspot.com.es/2016/02/bienvenida-dos-toreros.html)
“…Se intuye en Fortes una lucha interior, una búsqueda de caminos para que brote ese concepto tan puro que lleva dentro. Porque Saúl es tan sincero, tan honesto, con el toro que tan duro le pegó, con el toreo, con la vida y consigo mismo, que ha emprendido un camino que no conoce atajos. Pero más pronto que tarde llegará. Las piezas encajarán y lo que hoy es desasosiego, mañana será armonía. Y emergerá ese torero grande que esconde su alma. Saúl ha vuelto. Sául ya está aquí”

El día llegó…un 16 de agosto de 2017. Fue ayer, en Málaga. Fortes, en solitario.

Gracias Paco. Un fuerte abrazo, amigo.

Paco Carmona dijo...

Gracias, Luismiguel, gracias por a parte que me toca, pero sobre todo, gracias por ser el aficionado que eres, ese aficionado que yo demando en las plazas. No quiero que sea una solo una respuesta de amigo, pero nos acordamos de tí, nos hubiera encantado que tú también hubieras disfrutado de la verdad desnuda de Saúl. Ese es el toreo que me llega al alma, que me haces sentir y seguir yendo a la Plaza con el corazón a flores piel y la mente abierta. Un abrazo enorme, amigo.